Una estupenda iniciativa, para todos aquellos que quieran hacer una ruta diferente, bordeando nuestro pueblos, caminando a pasito de yunta, lento y firme, oyendo el crujir de las ruedas y tablas, recorriendo viejos caminos, antaño mejor trazados que ahora.
Una ocasión de las cada vez más escasas de ver carros circulando, en un entorno que en mayo con la escoba florida es todo un espectáculo.
¡El que vaya que me lo cuente, porque yo me voy a quedar con las ganas...!
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