El pobre San Martín
anda algo desolado
nadie le ha dicho feliz
seas, en el día de su santo,
Pero lejos de vengarse:
(¡que salga mala la matanza!),
le han visto arremangarse
y compartir su capa.
¡Ay San Martín bendito!
te brindo mis oraciones,
que nos salga rico el chorizo
y “súper” los jamones.
Te enciendo velas y cirios
y canto las alabanzas,
que salga bueno el tocino
las morcillas y moragas.
Te defiendo, ¡nunca temas!,
de los airados cochinos,
que te ponen velas negras
en el altar del sacrificio.
¡Viva San Martín!,
nuestro santo patrón
mosquetero, espadachín
parrandero y bonachón.
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