Es muy habitual, que los domingos y otras fiestas de guardar, las personas que acuden a los oficios, después de misa, se entretengan y se tomen algo y alternen por los bares, antes de ir a comer, lo que algunos llaman tomar el aperitivo y la mayoría decimos tomar el vermú, aunque no sea precisamente esa bebida la que se consuma.
Y sucedió hace unos cuantos años que dos paisanas, (una de ella mi madre), regresaron a casa después de tomarse, (ellas si), un vermú, o dos o tres...¡Con lo cabezón que es!
Y aunque ambas iban en estado similar, (allegro ma non troppo), en sus casas cada una lo enfrentó a su manera.
Mi madre que ese día tenía a comer sólo a su padre (mi abuelo Chapa), cuando llegó le dijo:
.- ¡Ay Padre!, ¡me he tomado unos vermús, y vengo medio "candonga"!
A lo que mi abuelo contestó:
.- ¡No jodas!, ¡pon la comida y acuéstate!.
(En ese orden: 1º pon la comida y 2º acuéstate)
En el caso de la otra vecina, ella llegó a su casa, y le dijo a sus comensales:
.- Haced lo que queráis, comed lo que queráis, que yo vengo borracha y me voy a "jondear" en el sofá.
Cada cual como se ve, tiene las prioridades bien establecidas, y si no, se cambian sobre la marcha...
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