En la Vega, además de calles, hay callejas.
Callejas hay entre tierras (ejp: calleja de Zonteso, la de la Noria, Vaciazurrones...), pero también hay alguna dentro del casco urbano (la de Pitique, la calleja la cerrá o la archi-conocida de las Brujas).
Todas ellas tienen en común su estrechez, que están normalmente flanqueadas por paredes a ambos lados, y sin asfaltar.
Calleja del barrio abajo de C/ Hortaleza al lejío chico |
Caminar por ellas, esquivando zarzas, piedras, baches, charcos (si es que ha llovido o han regado), te hace tomar conciencia de los pasos a dar.
Hoy día algunas están perdidas e intransitables, incluso a la de las brujas, tan céntrica y urbanita, hay que darle con la desbrozadora para quitarle las ortigas.
La calleja de la foto, no se si tiene nombre, y en su día (2.007), le escribí estas letrillas:
Calle tu envergadura es tan escasa que das risa,
por eso te llaman calle-JA.
Calle por ser tan pequeña, algunos se lo toman a risa, y te llaman pequeña-JA.
Calle no te han puesto ni nombre, no te tienen en cuenta, das risa, estas de-JÁ.
Calle invisible, no te van a arreglar, con tanto charco das risa, siempre andas mo-JA.
Calle todo esto es broma, no me lo tomes en serio, en realidad me gustas mucho, tan abrupta, tan salvaje, y montaraz..., me haces tener conciencia de los pasos que doy, ejercito el equilibrio, si no me encharco hasta los tobillos.
Te comparo con la de las bru-JAS, pero tu horizonte es más bello, con la ermita en la punta.
Ríete tú de mi, calle, yo que no tengo sorpresas, que no llevo a ningún lado, ríete de esta muchache-JA.
¡JA, JA, JA!.
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