martes, 10 de mayo de 2011

LA SOLEDAD SONORA

Nadie sabe de donde viene, ni por qué de todos los lugares posibles del pueblo, ha escogido para instalarse el huertito abandonado de Tía Mercedes.

Durante el día está fugitivo, no se deja ver y apenas oímos sus soflamas, y es en la noche, en la noche sosegada, cuando irrumpe con su voz y rasga el silencio, y según su inspiración y según sus ganas, nos regala un concierto que muchas veces se prolonga hasta altas horas de la madrugada.

Y nosotros nos quedamos suspendidos de su voz, y nos elevamos en sus altos y contraltos, y guardamos la respiración en sus silencios.

Todo calla salvo él,
todo duerme salvo él.
Él, solo y cantando.
Él, la soledad sonora...

(Video grabado en La Vega 17/04/11 a las 23:47 horas)

Se rien de mi cuando digo la suerte que hemos tenido en que se haya quedado en el barrio, sólo Jesús está en su contra dice que entre el canto del pajarillo, y la luz del farolito de nuestra casa que le da en los pies, le tenemos el sueño y los pies desvelados...