Todos los vegatos y vegatas tenemos marcado el tercer fin de semana de septiembre como festivo, y nos reservamos a ser posible algunos días de nuestro asueto, a fin de estirarle hasta por lo menos el martes siguiente.
Son las fiestas del pueblo, y son fiestas de guardar.
Y aunque no soy asidua ni cliente de la iglesia, no puedo pasar por alto que estas fiestas se celebran en honor a la Virgen de la Piedad.
Hace muchos años le llevé a una señora del pueblo que estaba hospitalizada, una estampa de la Virgen del pueblo, no recuerdo donde la adquirí, tal vez la imprimieran por algo circunstancial, porque lo cierto es que no las he vuelto a ver por ningún lado.
Hace cosa de una año una hija de esa señora, que aún conservaba esa estampa que le gustaba tanto a su madre, tras una conversación, me mandó foto de la misma con la oración, (que con falta de ortografía incluida), aparecía impresa en la parte de atrás.
La inserto aquí, por si queréis hacer uso de la oración, y encomendaros a la Virgen para estas fiestas que vienen o para el día a día.
Nunca se sabe dónde puedes encontrar el consuelo.
