miércoles, 29 de marzo de 2017

LA TAMBORA




La historia que voy a referir a continuación está localizada en esta zona, a la derecha del arroyo Espinosa por detrás de la fuente que lleva ese mismo nombre, en el lugar llamado "Las corraleras".

Dicha historia nos la contó cierto señor del pueblo, cuando se acercó a nosotros una madrugada de las fiestas del año 86-87, (bueno madrugada tampoco sería que ya había salido el sol, y ni nosotros ni el señor nos habíamos acostado todavía).

El señor hay que decir que estaba con la melopea, eso explica que se sentara un poco con nosotros en las escaleras del bar de Rosa, y nos explicará sin venir a cuento lo que pasó en las corraleras, que aunque la frase final con la que concluyó el relato (aspavientos, entonación y gestos incluidos), pueda llevar a la risa, lo cierto es que tiene todo un trasfondo de tragedia.

Nos contaba que en su infancia, como eran tantos en casa no sobraba nada de comida, entonces la madre de este señor le dijo:

.- ¡Anda hijo!, no tenemos casi para comer, así que llévate el perro y deshazte de él, porque si no tenemos para comer nosotros ¿como vamos a dar de comer al perro?.

El hijo obediente, se llevó al perro a este lugar, le sacrificó, le quitó la pelleja, y con ella hizo una tambora....

.- ¡Y como cantaba el perro después de muerto....!

(Remató este señor que acabó durmiendo la mona en la chorreta). 


lunes, 6 de marzo de 2017

PUGNA - POSTALES DEL FIN DE SEMANA



No se por qué, pero a muchos se nos pasa la primera sonrisa del sol, esa que acaricia y despierta a las piedras, tiñéndolas de dorado.



Sólo cuando madrugas, y te asomas por la ventana, compruebas lo que te pierdes cuando estás dormida: 




El Vegazo y la Serrota pestañeando en la mañana


Escobilla y la montaña aún bajo la sábana blanca.

Descubrir que alguien vino a visitarte, pero no pudo esperar:



Y ser testigo de la lucha encarnizada entre la nieve y el sol, la pugna que año tras año tienen el invierno y la primavera.






 Fotos hechas desde mi casa. La Vega 4 de marzo de 2.017

CINCUENTA Y DIEZ DE RAMÓN


Nombre de Ramón en Kanji- japonés
El viernes pasado fue el cumpleaños de Ramón.

Por una vez y sin que sirva de precedente, le hicimos una encerrona, le preparamos una fiesta sorpresa, y cayó como un corderito, él, que nos suele dar mil vueltas a todos en eso de caer en las trampas.

Hay que decir, que todo el mundo convocado acudió, y participo en el evento de una manera u otra.

Él homenajeado afirma haberse quedado sin palabras, yo creo que todo se resume en una frase, que aunque tenga pinta de estar muy hecha y manoseada, lo explica todo muy bien: "quien da recibe".

CINCUENTA Y DIEZ DE RAMÓN
Sesenta marzos (¡y como si nada!),
pues llega y los cumple con tanto brillo,
que se adivina al chaval del cerrillo
en el filo y trasluz de su mirada.

Ni tan bueno ni feo ni tan malo,
Clint Eastwood estilo vegato,
con sesenta tacos en los zapatos
fiel amigo en la jarana y el palo.

Indomable en el amor y ¡un pillín!,
más de una se ha quedado con la gana
de ser la única flor de su jardín.

Soltero y libre y partiendo la pana,
irá con su bitífi y botellín
por cincuenta y once desde mañana.

Madrid - 3 de marzo de 2017