martes, 24 de septiembre de 2013

SEPTIEMBRE ENTRE MORAS Y ZARZALES


Este fin de semana hemos estado a moras, hemos pateado más que el año pasado para hacer acopio, y hemos perfeccionado la técnica para evitar salir en exceso crucificados, con todo, los zarzales siempre recuerdan un poco, que a menudo la recompensa requiere su sacrificio y esfuerzo, (mi tobillo izquierdo, mi mano derecha así lo constatan).
 
Daños colaterales y bla bla, bla, que se olvidan cuando en la boca estalla el sabor agridulce de este fruto bravío y salvaje.
 
Septiembre se nos va dulce, dorado, hermoso, y al salir del pueblo se me ha quedado el corazón, enredado en los zarzales…
¡Bienvenido otoño!
 

 
 
Septiembre
que te vas,
y dejas los besos
enredados en los zarzales,
septiembre
agridulce de moras,
de adioses con espinas
y dorados otoñales.

Madrid 23 de septiembre de 2013

LOS "SANMARTINES" DEMO

Aquí inserto un pequeño video donde de se aprecia el ambiente de una mañana cualquiera de "Sanmartines", aunque cada una es única e irrepetible por las anécdotas que puedan suceder.
 
 
Y aquí una muestra de las reses bravas del encierro...
 

lunes, 9 de septiembre de 2013

LOS "SANMARTINES:ANTES Y AHORA (DE SIEMPRE)


LOS “SANMARTINES”: ANTES Y AHORA
 
En aquellos tiempos (año 1993), había aún en el pueblo muchos burros, bastaba con ir a recogerlos (previo permiso de los amos que salvo rara excepción los dejaban para la causa), y cerrarlos en un corral que también era (y es), siempre prestado.

Los chiquillos del pueblo eran los encargados de esta tarea, no en vano ellos eran los que tenían bajo su control y fichados a casi todos los ejemplares del pueblo, por eso de la práctica de “ir a burros”, que era una de las actividades más divertidas que se podía hacer en el pueblo (sobre todo de noche), (el que no haya ido a burros es que no ha veraneado en el pueblo).
 
Ahora la mayoría de los burros son traídos en un camión y son de alquiler.
 
Desembarco de reses bravas - SanMartines 2011

De todos los encierros mañaneros, el más popular, el más multitudinario es el de la mañana del domingo. Vegatos y no Vegatos, madrugadores o sin acostar, mujeres, hombres, niños, y algún perro distraído, muchos acuden a este encierro principal.
 
SanMartines 2004 - Foto de Mon

Acabada la orquesta entra en acción una charanga, que es la encargada de mantener el bailoteo hasta las ocho de la mañana, momento en que se acude al corral de los burros. Algunas personas y por ambientar, van rebuznando, y eso es muy gracioso, porque los burros de verdad empinan las orejas, y alguno hasta contesta…

A los animalitos se le cuelgan unos campanillos, para hacer más sonoro el encierro; haciendo plagio a los San Fermines se hace un cántico idéntico al suyo pero diciendo San Martín en vez de San Fermín, lo que no tenemos es hornacina ni santico, aunque en una ocasión pusieron a Amable sentado en la bujarda de la entonces casilla de Leandro, para que hiciera las veces…
 
Chupinazo SanMartines 2004

Y se tira chupinazo, en los orígenes el encargado de la pólvora era Mon, con ascendencia valenciana no había candidato mejor, fabricaba sus propios petardos, y puso en órbita toda suerte de objetos.

El primero fue una sartén con patas que se encontró en la carretera (a la altura de la casa de Pablo), aquella primera mañana de los primeros sanmartines, mientras íbamos a buscar los burros que se habían escapado hacia la cañailla (entonces no había bar), puso la sartén sobre una pared próxima al corral de los burros, y debajo un petardo de los suyos, la sartén… (la estoy viendo todavía), subió en línea recta hacia arriba unos diez-veinte metros, y luego se cayó en el corral de tío Andrés hincándose en la tierra y no sé si jorobando alguna judía verde, o tomate ¡no quiero pensar lo que hubiera pasado si sale en otra dirección, de lado, o hacia la calle donde iba llegando la gente para el encierro…!.

En ediciones posteriores voló tambores de lavadora, sandías, el agua de la fuente Juana, o nada, como aquel tremendo petardo que al explotar le hizo a Mariano (untacarros) decir a su mujer (mientras estaban acostados): “Fidela ya estalló la viga”.
 
 

SanMartines 1998

Ahora sigue habiendo pirotecnia, pero sin aditivos voladores... 

Bueno…, lanzado el chupinazo, se abren las puertas del corral, y hay que arrear a los burros porque de otra manera no salen, y hay que ir tapando las calles laterales al trayecto para que no se escapen, (que en cuanto pueden lo hacen).
 
 
SanMartines 2004 - foto de Mon

Antes el recorrido era más largo, desde las inmediaciones de la Fuente Juana, (desde el corral de Fidel o desde el de Emiliano), por la carretera, a la calle principal, a la plaza, y calle adelante hasta el callejón (a las escuelas), ahora como la plaza tiene carpa (las fiestas de antes eran a pelo), y está cortada, los burros no llegan a ella, y dan una vueltita más corta.
SanMartines 1993 en la cotanilla y en la plaza

 
Normalmente son encierros limpios, no hay cornadas por supuesto, y rara vez se produce algún pateo o atropellamiento, aunque hay ejemplares recios, que no les duelen prendas tirar a los que intentan montarles, ni dudan en lanzar alguna coz y mandar a algún intrépido mozo con sus mejores saludos al dentista del lugar. También pasó una vez que una muchacha forastera que iba corriendo no se dio cuenta de la fuente Juana y se cayó al pilón. Con respecto a la velocidad ¿qué decir?, eso depende de lo en forma que estén a esas horas los corredores, que a veces vienen a paso tortuga, mención especial aquella vez que golpearon accidentalmente un avispero, esa vez si que fueron todos por patas….
 
De vuelta al corral, se les quitan los campanillos y se les deja en paz, y cada uno a lo suyo.
 
Y en eso se van las mañanitas de la fiesta a los que no se acuestan o se levantan para el evento, donde lo que se desea es pasar un rato divertido con todos juntos, prolongar la fiesta, donde la excusa es el encierro.
 
¿Quién nos lo iba a decir, que veinte años después continuaría esta locura?, no me extrañaría que hasta se convirtiera en estos tiempos digitales en trending topic y tuviera su propio hastag #sanmartines, tanta afición como hay...

Próxima cita: 8:00 horas del 14 de septiembre 2013, ¡están todos invitados!
 
 
SanMartines 2011
 

LOS "SANMARTINES":DEFINICIÓN


LOS “SANMARTINES” :DEFINCIÓN

Los Sanmartines, son encierros que se hacen a las ocho de la mañana los días de fiesta, donde las reses bravas son burros, y consiste en ir corriendo tras de ellos por un recorrido previamente establecido.
 
"Sanmartines 2011"
 
Los burros se guardan en un corral donde son atendidos de comer y beber, y está absolutamente prohibido, subirse a ellos y por supuesto maltratarles.
 
En el corral de Fidel Sanmartines 2008 

Estas normas no han variado en veinte años, pero sí que ha habido algún que otro cambio en el recorrido, chupinazos e incluso en los propios burros. 
 
Sanmartines año 1993
 

LOS "SANMARTINES": EL ORIGEN


  
LOS “SANMARTINES”: EL ORIGEN
 
Los "SanMartines" van a cumplir, (si no lo han hecho ya) veinte años.
 
Veinte años de una tradición que nació una tarde de cañas en un bar de Madrid.
 
Pues sí, como solíamos, cada fin de semana nos juntábamos unos cuantos de La Vega en el Bar Los Chanquetes, en Antón Martín-Barrio de huertas, y raro era el día en que no saliera en la conversación el pueblo.
 
Dibujo puerta bar Los Chanquetes (imagen sacada de la red)

Aquél sábado de 1992-93, seguramente andaríamos comentando el decaimiento reciente de las fiestas, ya no había carrozas, ya no se tiraba de la soga, y cuando acababa la orquesta no seguía apenas la diversión (que los grupos ya no eran como Los Alonso, que tocaban hasta las  6.00 H), había que amanecer de fiesta en las calles del pueblo como fuera.
 
Interior bar (imagen sacada de la red)

Entonces a ….. se le ocurrió, que podíamos hacer un encierro al estilo San Fermín, pero no con toros, ni vacas, si no con burros, ya que abundaban tanto…, a todos los presentes, nos hizo mucha gracia y aplaudimos la idea, ¡ya lo estábamos viendo…! ¡eso triunfa seguro!, hasta la testuz de Canastero pareció que nos diera el beneplácito…,  y fue proponerlo en el pueblo, y fue dicho y hecho, y lo que empezó como una ocurrencia de una tarde de bar de unos colegas, acabó siendo cita obligada de las fiestas de septiembre. ¡Y cuanto me alegro de haber sido testigo directo de ello!.
 
Testuz del toro "canastero" (imagen sacada de la red)
 

martes, 3 de septiembre de 2013

EL FANEGUEO


Una vez al año, y por verano, en La Vega, se paga “el fanegueo”.
 
El fanegueo, en el pueblo, no tiene el mismo significado que en otros lugares, no se trata de “arar en profundo”.
 
El pago del fanegueo, consiste en el pago por parte de la junta agropecuaria, a los propietarios de una cuota en función de los metros o hectáreas que tengan de tierras libres y sin cerrar, donde el ganado pasta.
 
Este año, creo que ha habido una cierta controversia, en relación a estos pagos, se han recogido firmas, porque los propietarios no saben que les pagan ni por qué, afirman algunos, que lo abonado es una miseria, del otro lado, los ganaderos dicen que muchas de esas tierras están tan llenas de escobas, que ni el ganado puede acceder, ¿entonces…?.
 
La sangre no llegó al río aunque se alzaron voces por ambos lados, todos con su razón.
 
Lo cierto es que en el pueblo como en cualquier otra comunidad a menudo hay intereses creados y conflictos.
 
Uno puede pensar, ya que ellos están ahí todo el año, pues que se aprovechen y vivan lo mejor posible, pero que no abusen, porque de un tiempo a esta parte (y es opinión mía particular), aquello parece un cortijo, donde unos cuantos se reparten lo de todos, y me estoy refiriendo al tema del vallado de zonas comunes, como el vegazo, o el terreno que por ejp va a los molinos de arriba, el campo aparece a parcelado, vallado, y no se puede acceder por donde quieras o apetezca. Los ganaderos se han dividido el territorio por el asunto de las vacas malas, según el criterio que hayan considerado oportuno, sin tener en cuenta el resto de los vecinos del pueblo, y eso me parece un abuso.
 
Me cabrea en grado superlativo tener que ir abriendo y cerrando porteras a cada paso, seguir un camino demasiado dirigido, con otra, que si entras en un sitio donde haya vacas, no sabes si estas están recién parías o no, y si en algún momento pueden salir detrás de ti, y si está todo vallado no tienes escapatoria.
 
Lo que digo, bien está que se aprovechen (que lo hacen y bien), pero que no abusen.