jueves, 14 de marzo de 2019

DAR LA NOCHEBUENA


Parece un poco raro hablar de dar la nochebuena cuando faltan pocos días para que empiece la primavera.



Era costumbre en el pueblo que las madrinas de bautismo, llamaran a sus ahijados-as, un día cualquiera no necesariamente en los días de Navidad, y les obsequiaban, con eso que se llamaba la nochebuena.

La nochebuena podía ser cualquier cosa, un lazo, unas manzanas, algo de la matanza ( hay que recordar que a los chorizos que se hacían en la matanza, les llamaban nochebuenas, tal vez de ahí el dicho de dar la nochebuena). Todo depende de los posibles de las madrinas, y del grado mayor o menor de racanería.

Mi madre me cuenta de su madrina, que le dio siempre la nochebuena, incluso años después de salir del pueblo, que la avisaba y le decía: mañana te pasas por casa a que te dé la nochebuena, ella acudía puntual, y su madrina le invitaba a comer, y le daba el regalito.

He de decir que mi madre también cumplió como buena ahijada, y todos los veranos sin faltar uno, acudía a visitar a su madrina, y también le llevaba algún detallito, un pañuelo, unas pastas, y últimamente unos buñuelos de fabricación casera que mi madre los borda.

El verano pasado, fue la última vez que mi madre hizo la visita a su madrina, Tía Paula (madre de Verónica y Virgilio), que ha fallecido este 12 de marzo rondando la centena DEP.

Vaya desde aquí un homenaje a todas las madrinas del mundo.