Confieso que acudí a la reunión con el ánimo un poco tocado, en plan vamos a plegar velas, y finiquitar lo que queda del barco, máxime cuando a la hora de la cita éramos sólo dos personas las allí presentes.
Sin embargo media hora después, no es que se reventara el aforo, ni que acudieran todos los/as socios/as, que se tienen por tal de la peña, pero los/as que fueron, lo hicieron con el propósito firme de continuar con este proyecto, con ganas y ánimos renovados, y así el día en que pensé que la peña iba a ser crucificada, resultó que fue indultada y con visos de resurrección.
¡Olé!, y muchas gracias a la nueva Junta Directiva que este año será de transición, y mucha suerte en el desarrollo del compromiso adquirido.
No pongo en duda que tendrán sus preocupaciones y sus agobios, pero también se que tendrán grandes satisfacciones y recompensas.
Que no se olviden de pedir ayuda, y que a los que nos la pidan se la demos, porque ser socio no debería ser sólo pagar una cuota y que te lo den todo hecho, es también tener un mínimo de implicación, y apoyo, para que todo siga rodando aún en las cuestas arriba.
