viernes, 25 de abril de 2014

TÍPICOS TÓPICOS - OCHO APELLIDOS VEGATOS

Tío Eusebio y Tío Maxi
 
Con el éxito que está teniendo la película ocho apellidos vascos, me ha dado por pensar en si hay algún tópico típico que defina la forma de ser o de actuar, o de decir de los vegatos.
 
Sinceramente, no he llegado a ningún resultado concluyente al respecto, no hay nada demasiado diferencial, que nos identifique o distinga de nuestros vecinos más inmediatos, ¿o sí?.
 
Repasando coplillas de antaño de la zona, he encontrado estas:
En Villanueva churreros,
en Vadillo vinagreros,
en Villatoro tramposos,
que por no pagar los diezmos
tienen la iglesia pobre,
y en estado lacerioso.
 
En Amavida cabreros
y en Pascual Muñoz la fama
de los grandes ganaderos,
más dejan el ganado solo
por no mantener los perros.
 
Pradosegar y Muñotello,
son de grandes Molineros,
de dos costales de trigo
dan de centeno uno y medio.
 
Los de Menga mesoneros,
los de Cepeda fiesteros,
de
San Martín de Serrota
siempre se marchan los últimos,
aunque llegan los primeros.
 
Con respecto a la fama de los pueblos que mencionan, desconozco si es de esa merecida, de las de "cría fama y échate a dormir", tan sólo reconozco la de los de Cepeda (compañeros infatigables de farra, y muy hermanados con los vegatos en eso), pues creo que lo de San Martín de Serrota no va por nosotros, aunque de alguna manera sea cierta la descripción.
 
En el siguiente enlace se puede ver un poco de la historia de le ermita de San Martín de Serrota que asevera lo que digo: pincha  aquí
 
Otra coplilla que se dice por ahí es: "vaca de la Vega, mujer de la Herguijuela, y cerdo de molinero, no me los des que no los quiero". Nada que decir al respecto, para gusto los colores..., pero a mi me parece que las vacas vegatas tienen todas muy buen pelaje y lustre...
 
Por último quizás la coplilla más conocida por todos nosotros:
 
"De la Vega y no bailar,
De Navacepeda y no beber vino
y si quieres cantar mal (bien)
arrímate a los mojinos"
 
(Los mojinos son los del pueblo de mi padre, La Herguijuela, (que no quiero que piensen que tengo nada en contra de ellos ¿eh?, al revés)).
 
Y bueno, he de decir que en esta última copla, con la Vega han acertado de lleno, porque de siempre han sido, hemos, y somos, muy bailones, (hasta con las campanas de la iglesia...), aunque siempre hay alguna excepción al que se le dice: "¡anda que...!, ¡de la Vega y no bailar...!".
 
Me he enrollado mucho con este comentario, jamás pensé que iba a dar para tanto, anoche, para remate, tiré de guía telefónica, y sonsaqué los ocho apellidos Vegatos más comunes, (no hay muchos más), son estos, aunque no van necesariamente en orden de frecuencia (no me da la cabeza pa tanto...):
 
OCHO APELLIDOS VEGATOS: Martín, Sánchez, Gutiérrez, Hernández, González, Cerrajero, López, Muñoz.
 
Pasando de tópicos y típicos, pasando de encasillarnos en nada, todo el mundo tiene un cierto sentido de la patria y del nacionalismo aunque sea de su modesto terruño, y es probable, que nadie se sienta mejor en ningún otro sitio del mundo que en él, es lo que tiene, que para cada uno de nosotros nuestro pueblo es el mejor....y eso si que es típico y tópico hasta del más "pintao".
 
Grafiti
 

miércoles, 23 de abril de 2014

LA PAMPLINA

La pamplina es una hierba cuyo nombre científico es "montia fontana", crece en fuentes y regatos de aguas limpias, poco profundas y flujo lento, crece al sol y aunque desde el otoño se puede encontrar normalmente se recolecta en primavera.
 
Para recogerla se debe ir pertrechado con botas de goma y unas tijeras.
 
La botas porque a menudo uno ha de meterse en el fontarrón donde crece, con muchísimo cuidado además, porque algunos son auténticos trampales donde uno puede quedar atrapado, se ha dado el caso de que más de una vaca o yegua o caballo, se han hundido sin remedio en ellas. 
 
Las tijeras, para recortar esas hierbas pues no se arrancan de raíz.
 
Recogida hay que lavarla muy bien, pues siempre se escapa algún que otro hierbajo e incluso algún insecto o caracol.
 
Lo siguiente es aliñarla, pues se suele consumir en forma de ensalada, con sal ajo machado, aceite y vinagre (todo al gusto), y si se quiere se pueden añadir unas aceitunas, el sumun es si encima se sirve en una cazuela de barro...
 
Es muy típica de las tierras de la sierra de Ávila, y suele ser en Semana Santa cuando los lugareños van en su busca, incluso se ha puesto de moda en algunos restaurantes.
 
Con el tiempo su textura se endurece, sobre todo al decir de algunos del pueblo cuando canta el cuco...
 
En otros lugares le llaman, boruja o maruja, o hierba de sapo, o de manantial.
 
Este año la cosecha de Pamplina ha sido generosa porque ha hecho un tiempo espectacular en Semana Santa, y hemos podido traer algo a los que se quedaron en Madrid.


 
Pamplina en la Nava Bajera San Martín de La Vega del Alberche
y ensalada ya aliñada
 
 
 


 
 
   

domingo, 13 de abril de 2014

UNA SAETA A LA VIRGEN DE LA PIEDAD


PIEDAD: Una madre con el hijo muerto en brazos,  no debe de haber una estampa más terrible, ni el arte salva del escalofrío de contemplar piedades, ni las de antes, ni las de ahora, ni las del futuro....
 
¿Quién le canta una saeta
a la virgen de la piedad?,
¿quién un pañuelo le presta
para su llanto de humildad?.
 
¿Quién puede cantarle a esa madre
contrita por el dolor,
mientras en su regazo yace
el hijo de su amor?.
 
¡Cesen tambores y trompetas!
¡que está sordo el consuelo!.
¿Quién le canta una saeta?
que yo quisiera y no puedo…
 

DOMIGO DE RAMOS

En La Vega había un dicho: "Domingo de Ramos, quien no estrena algo se queda sin pies ni manos".
 
En los tiempos de mi padres, estrenarían un lazo, unos calcetines, quizás algo de más categoría aquellos que fueran más pudientes.
 
Y así estrenando algo irían a los oficios, a cumplir con el rito de la bendición de los ramos.
 
Hoy en día eso del estreno creo que no se lleva por cuenta, pero si se sigue con la costumbre de acudir a la iglesia y recibir (que no se pagan como en Madrid u otros lugares), un ramito de laurel bendecido con agua bendita (valga la redundancia).
 
Mi abuelo Chapa, era un incondicional de ese domingo, y siempre que podía iba a recoger su ramito de laurel, bueno, el suyo, otro para mí, otro para mi hermana, otro para mi hermano, para mis suegros (si no estaban en La Vega), y para alguna que otra persona y vecina. El cura de entonces (José Antonio), siempre le dejaba a mi abuelo coger los ramos que quisiera, así que el hombre parecía que salía de camuflaje entre tanta hojarasca...
 
Y no fallaba, en cuanto llegaba yo de Madrid, ya me estaba esperando con el ramo, impaciente, para pelarlo y que me le llevara para casa, y así hacíamos, y durante buena parte del año usaba para cocinar ese laurel bendito.
 
Curiosamente, el último domingo que vivió mi abuelo en su vida fue un domingo de ramos (le enterramos un jueves Santo), ese domingo estrené una camiseta, y le llevé a su cabecera del hospital un ramito de laurel...
 
Más que el fervor o la significación religiosa, el domingo de ramos es para mi, una pura evocación, evocación de color verde laurel...
 
La Vega Domingo de Ramos abril  2.006
Domingo de Ramos
que me traes del ayer,
recuerdos aromados
con hojitas de laurel.
 
(Madrid 13 de abril de 2.014)

viernes, 4 de abril de 2014

¿QUIEN SE ACUERDA?


Panorámica junio 2013 - Foto sacada de la red
 
Un poco de memoria colectiva:

¿QUIEN SE ACUERDA?
De Kilovas, de Daniel el pobre, de tía Pita, de Tío Pedro el tocinero, de tío piñeiro, de Tía Claudia (que vivía por encima de la Tejera, y Vivian 15 personas en una casa pequeñísima), de Tío Marcelo(el músico solitario), de tío Modesto (este vivía cerca de los abuelos, y todos los días bajaba por el corral con su hojalata donde machaba las patatas de su comida, y sacaron el cantar; Ya viene tío Modesto bajando por el corral, con su hojalata machando las patatas, parabán pan pan). De tío Matrón que fue a tocar en una fiesta, y se fue a cagar a las corraleras y no volvió, de tío Jonás que ató a la burra en la veleta de la iglesia. De tía Leandrona que prefería parir a masar, de María (la manoleja, la grande), que se cayó en un charco en una procesión, del tío Tejero, del tío caminero, del porquero, del alguacil, del tío Morato que traía el tabaco. De las posadas y bailes en las tabernas o salones.
De la pitusa, de la leche en polvo, de la poza la fragua ,de la del charcón, la de la cañadilla, la del espinillo, la de las eras, de lavar en el río, de la tajuela, del jabón de sosa, del arroyo de la calle Mariana, y los pozos, de los monaguillos, de correr los gallos, del día de tinieblas y las carracas, de los altares del Corpus, de las romerías a la ermita, de hacer los adobes, de masar el pan, del oficio de boyero, del rezo del rosario y de la visita, del camión de la Clesa y las mujeres con los cubos de la leche, del ordeño, de ir a por la leche, de cocer la leche( “leche cocía tres veces subía”), de los calostros, de los pastores desperdigados por la montaña al cuidado de la red, de pedir favor al bailar, de los cargos municipales, de echar el pregón , del trueque del pago con huevos de hilo y otras cosas, de las albarcas de goma, de los trineos con cajas, de dormir unos a los pies otros a la cabecera, de comer todos de la misma cazuela, de la lumbre baja, del brasero, de los orinales, del agua en tinajas, de la palangana, del candil de aceite o carburo, de los faroles para ir a las casillas, del bote de carburo, de los columpios de soga, de cuando vino la luz, de cuando metieron el agua, de la telefónica, del coche de línea y de Juanín, de Amador y sus viajes, de ir a ortigas, a cardos para los guarros, del caldero cociendo para los guarros, de coser a la puerta, de torcer el hilo o la lana, de cuando tocaban tres veces para avisar de misa, de subir al campanario a tocar las campanas, de la tabla de la cera, del capaor de los guarros, de los nevazos, de embardascar el agua, de ir a ranas, a renacuajos, a peces, a truchas, a gamusinos, de las viviendas multiusos con casilla, pocilga, gallinero, cuarto de patatas, cuarto para el grano (la panera), el horno, puertas con doble hoja y gatera, de las llaves de madera, de la tarra, las llares, las morillas, de las trébedes, el pito o el gazapo, la “hijada”, de liar los cigarrillos, de fumar romalgas, boñigas, o cualquier otra cosa, de ir a nidos, de las mujeres de negro que orinaban de pie en tanto hablaban contigo, de los manteos, de los partidos de fútbol contra los del pueblo de al lado, de ir a las fiestas de los pueblos de al lado andando, de las tiradas de soga solteros/as contra casados/as, de construir ameales, de tender la parva, de las calles sin asfaltar, de las gallinas por las calles, de sacar y meter la yunta, de la vacuna de las vacas en el corral de concejo, de tirar chinas a los tejados en las tormentas, de ir a buscar tardanza, de segar a guadaña, de segar a hoz, de trenzar paja, de hacer gorros, de los colchones de lana, de ir a estiércol y a leña, de los carros, de los entierros con monaguillos, y el ataúd en un carro brincando por el camino La Villa, de la quina, del calcio 20, de sobar con una vara de berceo para curar el mal de tripa, de las cerillas y la vela para que salieran la lombrices, del baile agarrao, de ir a quitar cenizos, de las guerras a pegotes, del comercio de Rosario y del de Tía Tomasa, de las mecas, de las tabas, de pedir la papeleta para el riego, de los salones de baile, del Teleclub cuando funcionaba, del sindical, del puente de la fragua.  
 
¿Se acuerda alguien?, yo si. 
 
¿Cuántas cosas de estas conservamos? Nos sobran dedos de las manos para contarlas...
 
Algunas habremos ganado también…