Si
consultamos el callejero Vegato veremos que hay discrepancias, en unos callejeros
hay 22 calles, en otros 29, en ambos casos no son las que están ni están todas
las que son.
En
realidad esto en general nos importa un pimiento, ya que todos los que allí
moran o moramos, nunca nos referimos a la calle tal o cual si nos dirigimos a
ellas, porque en realidad vamos a casa de ese o aquel. En realidad las placas
que nombran las calles han sido puestas hace menos de veinte-veinticinco años,
y hasta entonces yo por lo menos no tenía ni idea de cuál era la dirección de
la casa de mis padres o abuelos, por no saber no tenía ni idea del código
postal, tu mandabas una carta y bastaba con el nombre de la persona y el
pueblo, y todo llegaba perfectamente.
Pero
volviendo a las calles:
¿Cuál
es la que más transitáis al margen de la de vuestra casa?.
¿Sabéis
cuál es la calle más larga del pueblo?
(Es la calle Toledo, que va desde la
carretera hasta pasado Casa Sola, y en la que por cierto sigue en pie la
primera casa que según se cuenta fue la primera en levantarse en el pueblo ¿sabéis cual es?).
¿Sabrías
localizar la calle Pitique? ¿y la calle de los carreteros? ¿y la del Toril?.
¿Sabéis
donde estaba la antigua calle Los Gansos?.
¿La
calle del Pez se llama así porque el río llegó hasta allá arriba o tiene que
ver con la expresión de “a pezar”?
(Cuando se trillaba y llovía, se hacían una
especie de canalillos en la parva, para que corriera por ahí el agua, y no se
llevara el grano, decían que iban a ”pezar”).
Y la
mayoría sabe donde está la calleja las brujas, pero ¿y el callejón de tío
tripas?.
Y
ahora que hace pocos meses hubo una campaña, para hacer un Monopoly con
localidades españolas, yo he hecho uno Vegato, no sirve para jugar, en realidad
es una suerte de mapa-callejero con lo más nombrado. (Cuando el demonio no tiene que hacer...).
No dejéis de explorar, patear, recorrer el pueblo, complaceros con el sonido y el eco de vuestros pasos.
CALLECITAS DE LA VEGA
Callecitas
de La Vega,
sol y
sombra sudor de tierra,
con ecos
de herradura y albarcas,
y carros
de fatiga y siega.
Callecitas
de La Vega,
de vida
alegría y llantos,
de
tañer de las campanas
de
amores de fuente y cántaro.
Callecitas
de La Vega,
cauces
de luna y estrellas,
y el
aliento buril de la sierra
tallando,
la memoria de sus piedras.
Callecitas
de La Vega,
de
hielo frío y escarcha,
de empecinada
soledad sonora
bajo
la nieve blanca.