Esto que aparece en la foto, es lo que nosotros llamamos pegotes,
consultando en la red, he averiguado que su nombre científico es arctium lappa,
(¿lappa será por lo que se pegan?, ¿será por eso que algunos también les llaman enamorados?, seguro que si).
Conocido también como
bardana tiene varios usos terapéuticos: diurético, sudorífico, estimulante de
la secreción biliar, antibiótico externo en afecciones cutáneas, dolores
reumáticos y diabéticos (contiene hasta un 45% de insulina), depurativo en
complemento con otras plantas.
El aceite de bardana es popular como estimulante
del crecimiento del cabello, (y esto si me hace gracia, porque si te les tiran a
la cabeza, consiguen el efecto contrario, es decir arrancarles....).
Está bien
saber todo esto, aunque nosotros el principal uso que le dábamos, es el de
munición en singulares batallas, porque....¡a ver..!, ¿quién en el pueblo y antes de la revolución tecnológica, no ha
librado alguna guerra de pegotes?.
LOS PEGOTES: ESA MUNICIÓN...
Eran los pegotes esa munición,
con los que en
batallas
chicos-chicas,
abríamos fuego a discreción.
¡Vamos a por esa!,
¡la vamos a fusilar!,
pegotes a la ropa,
a la cabeza donde más.
¡que ahí si que da rabia!
¡luego del pelo a tirar....!
¡vale, vale, tú ya caerás!,
¿cuando te quedes sin pegotes?
¿qué me vas a arrojar?,
¡toma listo!, ¡toma ya!
¡ en toda la cabeza..!,
¡ pa que tengas también que tirar...!.
Eran los pegotes esa munición
en batallas sin heridos,
¿y bajas...?. las de siempre,
cuatro pelos y poco más.
