No, lo que va a continuación no va a sonar tan romántico como la banda sonora escogida, aunque en el fondo no está tan exento de desesperación.
Cualquier excusa era buena para las intentonas románticas, o tal vez sólo instintivas, en aquellos tiempos sin plataformas de citas, tiempos de recato y comedimiento.
Basado en hechos reales.
Cierta noche de madrugada
andaba un mozo, tras moza ufana,
por escabullirse ella le decía:
tengo que ir a ver la marrana.
Llamaré que se levante mi padre,
(decía por zafarse de sus garras)
y el mozo: ¡deja que duerma tranquilo,
velo yo contigo la guarra.
Velar no sé si velaron
más nació un nuevo día,
el mozo con calentón,
y la cochina recién parida.