Existe en el pueblo una devoción muy arraigada por el Sagrado Corazón, y me consta que muchos son los que acuden el viernes en que termina la novena, a participar en la procesión y disfrutar también del convite que en su honor se ofrece.
Del Sagrado corazón
es mi madre muy devota,
y a la novena acude a la sazón
si nada se lo impide o la corta.
Y cumplidos los nueve días
al Cristo los cofrades sacan en procesión,
y a los presentes invitan
según manda la tradición.
Y mi madre hace buñuelos
unos doscientos al por mayor,
que saben a dulce de cielo
pues los hace por devoción.
Sobrar, no sobra ni uno,
ni "pa" muestra el botón,
y yo: ¿ni uno para el Señor?
le pregunto en plan chungón.
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