jueves, 11 de enero de 2024

MORDIDA

 


Manzana cosecha de octubre de 2023-desayuno matinal de 11/01/24

La escojo al azar, no por su tamaño, tampoco por su aparente atractivo, la cojo entre otras y punto.

Desde luego observándola más de cerca se ve que ha perdido algo de su primigenia lozanía, de allá cuando la cosechamos con todo el esmero y mimo posible, allá por el doce de octubre del año pasado, ¿es que no te has mirado al espejo tú desde entonces?, diría la manzana con las mismas...

La pego un mordisco, dos, ¡está deliciosa!, reineta pura, ácida, crujiente, jugosa, jugando a la madurez azucarándose a poquitos.

Y en cada bocado, la pierdo de vista, se va desenfocando, no porque mengüe su tamaño, ¡que si!, que mengua, es que en su lugar, veo la flor, el árbol que la vio nacer, la rama donde se fraguó toda ella, el sol, el agua, la tierra abonada, el microcosmos de su espacio vital, el palpitar del árbol, con sus insectos, y sus cantos y nidos de pájaro, todos con su afán.

Y la sigo mordiendo, y cuando al fin se acaba, sigo saboreando todo el paisaje, y me siento muy afortunada.

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