El pasado viernes día 11 de octubre, se hizo efectivo el nombramiento del nuevo párroco de la iglesia de nuestro pueblo.
Fue el Obispo, el que ofició el rito, le entregó las llaves del sagrario, y le encomendó la tarea y la responsabilidad, de hacerse cargo de la parroquia y de asistir y servir a sus fieles.
Le acompañaron otros párrocos de otros pueblos, que yo conociera vinieron los de Navarredonda y Barajes, y el de la Herguijuela, todos vestidos con casullas verdes, que al preguntar por ese detalle a Amador, me dijo, que eso era porque era tiempo ordinario y de esperanza.
Como nunca hasta ese día había asistido a un acto similar, no pude evitar pensar en el símil torero de dar la alternativa.
Se hizo llamamiento a la necesidad de encontrar nuevas vocaciones, (hasta en este oficio hay problemas de relevo generacional), y se puso en valor el papel del cura rural, que como bien decía el obispo no son perfectos, pero si buenos. (No es poca cosa ofrecer un asidero de Fe y esperanza).
Se despidió D. Miguel, de modo entrañable y cariñoso, de los fieles de La Vega, y también de los de Garganta del Villar, algunos de los cuales acudieron y nos acompañaron en este acto. Se llevó el aplauso al igual que Amador que, aunque es el cura de Navarredonda y Barajas, es vegato de cuna, y juntos han estado al alimón atendiendo la parroquia, hasta el nombramiento del nuevo titular.
A la salida, en el portal de arriba hubo un convite para todos los asistentes.
Y nadie sabe si fueron invocadas, pero las nubes "bautizaron" y sellaron el acto con su presencia.
Agua bienhechora y muy bien recibida (unos 50 litros se han recogido entre esa tarde y el sábado hasta las 22:30 ).
Mucha suerte a D. Luis Carlos el nuevo párroco de La Vega, en su andadura y camino por esto lares.
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