Esta historia la contaron en el bar, alguna noche de esas en que cada uno sale con sus "caunadas", en la que una cosa lleva a otra, porque suele pasar que en estas circunstancias, empiezas hablando de la llegada del hombre a la luna, y acabas aterrizando en cualquier otro satélite.
Está basada en hechos reales, aunque nunca lo he confirmado con los supuestos protagonistas de la historia.
y es algo que perfectamente, seguro que le ha pasado a más de uno...
Imaginaros:
La sabina.
Una noche clara de verano de silencio y luna.
Una pareja enamorada (o no) después de una fiesta.
Un coche con su asiento de atrás...
una parejita dormía,
imaginarse la dulzura
de un amanecer en la Sabina.
De pronto el coche se movió
con tremendas sacudidas:
(con el carrito del "helao"
nos han "pillao" y en pelotillas).
Tímidos asomaron las cabezas
para mirar en hurtadillas,
y vieron que era una burra
rascándose las costillas.
Se recompusieron los vestidos
y espantaron al animal,
a casa volvieron divertidos
¿es o no para contar?.
La Sabina es un paraje cercano al casco urbano, que se ve desde la carretera que nos lleva a Barajas y Navarredonda, y donde está ese sabuco en mitad de las tierras, solo, y mudo testigo de lo que por allí acontece o acontecía.
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