En estos días, próximos al día de todos los santos, una recuerda a todos aquellos seres queridos que ya no están presentes.
El ánimo se pone melancólico acorde a la fuga de la luz, y nos da por pensar en la muerte, esa desconocida y tan presente...
Yo que he nacido en Madrid, que siempre he vivido en Madrid, no quiero sin embargo tener ahí mi última morada.
Quisiera estar rodeada, compartir espacio con la gente con la que he convivido, con la gente que he conocido y me ha conocido.
Quedarme, fundirme, formar parte de esa tierra
Quedarme en La Vega para toda la eternidad...
Esta es mi manera de decirlo:
Molino de arriba junio 1998 - San Martín de la Vega del Alberche |
“Su
cuerpo dejará, no su cuidado
serán
cenizas, más tendrá sentido”
MIS
CENIZAS
Que
esparzan mis cenizas
en
la cerca del molino
que
quiero ser retama
y
arrullarme con el río.
Que
quiero ser centeno
alimento,
pan, amigo,
y
renacer cada año
derrotando
a los fríos.
Quedarme
en esta loma
ser
horizonte infinito,
memoria
hecha tierra
y
de la brisa estribillo.
Tener
el cielo por losa
de
sol luna y estrellas,
y
que llore por mi ausencia
alguna
nube pasajera.
Y
que ni doblen las campanas,
me
quiero ir sin ruido...,
que
esparzan mis cenizas
en
la cerca del molino.
Bonita poesía
ResponderEliminarLa verdad es que aunque Madrid sea inmenso y tenga de todo, le falta esa paz y esa tranquilidad y esos cielos azules de La Vega o cualquier otro pueblo de la sierra.
Yo que todavía nací en el pueblo, me acuerdo de cuando la gente empezó a emigrar en busca de una vida mejor y se quedaron los pueblos vacíos, siempre un hueco mi destino es el pueblo.
Siempre me acuerdo de la canción de Labordeta
Si en algún camino encuentras
gente con la casa a cuestas
no les hables de su tierra
que te miraran con rabia
con rabia en la voz y el viento
con rabia en las palabras
con la rabia que produce abandonar lo que se ama
Gracias Luis por tu comentario.
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