martes, 24 de septiembre de 2013

SEPTIEMBRE ENTRE MORAS Y ZARZALES


Este fin de semana hemos estado a moras, hemos pateado más que el año pasado para hacer acopio, y hemos perfeccionado la técnica para evitar salir en exceso crucificados, con todo, los zarzales siempre recuerdan un poco, que a menudo la recompensa requiere su sacrificio y esfuerzo, (mi tobillo izquierdo, mi mano derecha así lo constatan).
 
Daños colaterales y bla bla, bla, que se olvidan cuando en la boca estalla el sabor agridulce de este fruto bravío y salvaje.
 
Septiembre se nos va dulce, dorado, hermoso, y al salir del pueblo se me ha quedado el corazón, enredado en los zarzales…
¡Bienvenido otoño!
 

 
 
Septiembre
que te vas,
y dejas los besos
enredados en los zarzales,
septiembre
agridulce de moras,
de adioses con espinas
y dorados otoñales.

Madrid 23 de septiembre de 2013

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