lunes, 2 de noviembre de 2015

PREPARANDO EL MÁS ALLÁ

Ya he hablado en otras entradas de este blog, de algunas celebraciones o costumbres típicas del día de todos los santos en el pueblo: Misa con responso en el cementerio, el doblar de las campanas por cada difunto, o el popular calbote con asado de castañas y chocolate.
 
También hablé de la tabla de la cera, la cual se encendía en recuerdo a los difuntos.
 
Precisamente, la semana pasada intercambiando correos con un primo de mi padre, (Mariano Moreno López), tuve la ocasión de visualizar una tabla de la cera, y como unas cosas llevan a otras, acabamos intercambiando información sobre ciertas costumbres mortuorias, que poco varían de nuestro pueblo al suyo (La Herguijuela).
 
Era costumbre por ejemplo, que se tuvieran las tablas para hacerse el ataúd, (entonces no había aseguradoras), mi abuelo por ejemplo, siempre oí que las tenía en el "doblao" de su casa, para que llegado el momento le hicieran la caja. Lo que no sé es si siguen allí o se utilizaron para algo.
 
Los que no tenían medios para tener tablas, eran enterrados a cuerpo, envueltos en un sudario, en su tumba, para llevarles al cementerio dice mi madre, que aunque ella no lo llegó a ver, les metían en un caja que había en la iglesia, y que de nuevo recuperaban finalizado el entierro. Mariano dice que en La Hergui usaban una especie de andas o parihuelas para el traslado.
 
Enterramientos hubo en la Iglesia, después el cementerio estuvo al lado de la iglesia, para los que no lo sepan, al lado del Teleclub, y luego se abrió el actual, y el traslado de los restos como no había coches, ni siquiera carretera, se hacía andando, o en carro bajando por el llamado camino de la villa. Imaginarse el tétrico y tristísimo crujir y golpetazos de las ruedas de los carros bajando por ahí.
 
La Vega - junio 2015
El cura y los monaguillos se quedaban a la altura de casa sola, y desde allí despedían el cortejo.
 
Pero me estoy desviando del tema, que es preparando el más allá, y charlando con Mariano (que de un tiempo a esta parte, todos los años, contribuye en las fiestas de la Hergui, con publicaciones de libros con un sin fin de datos de su pueblo), me comentó lo del "Testamento religioso", e incluso me envió foto y transcripción a lenguaje inteligible del de un vegato del siglo XVI, que dejó encomendadas misas "por siempre jamás", para el eterno descanso de su alma, e hipotecó a ese fin una posesión en "Zahonteso".

He aquí la copia y transcripción (gracias Mariano por la documentación):
 
Testamento religioso Año 1.588 D. Toribio Hernández Cobo 

Toribio Hernández Cobo:
En el dicho lugar de San Martin de la Vega, en ocho días del mes de febrero del año de mil y quinientos y ochenta y ocho años, falleció Toribio Hernández Cobo el Viejo, recibió los santos sacramentos y mandose enterrar en la Iglesia de San Martin en la sepultura de su hija y que se le dijesen por su ánima las misas y oficios siguientes:

Primeramente mando que de su casa a la Yglesia le dijesen cinco responsos cantados.
Y también una misa cantada de Réquiem con su vigilia el día de su fallecimiento habiendo lugar o sino el día siguiente.
Y también nueve misas de novenas rezadas.
Y también trece misas rezadas de consolación
Y también nueve misas cantadas con sus vigilias
Y también dos misas rezadas en Nuestra Señora del Rosario en Piedrahita
Y también dos misas a Nuestra Señora de la Piedad rezadas
Y también dos misas rezadas a los santos mártires
Y también dos misas al ángel de la guarda
Y también cinco misas rezadas a la pasión de Nuestro Señor
Y también doce misas rezadas por quien cargo tiene
Y también treinta misas rezadas por su ánima
Y también una misa rezada a las ánimas del purgatorio
Y también dos misas a las ánimas del purgatorio
Y también diez misas rezadas por Francisca Martin su mujer
Y también mas ochenta misas rezadas por su ánima
Y también una misa cantada de Réquiem con vigilia de nueve lectiones en sus primeras honras.
Y también otra misa cantada y vigilia de nueve lectiones en las honras del cabo de su año.
Y de colación y a comer a cinco pobres y vistan a un pobre de lo suyo que lo hay a menester.
Y también que todas las dichas misas siendo posible se le digan dentro del año por el cura.
Y también que le ofrenden cada día de todo su año de pan y vino y cera y le digan un responso en recompensa de la dicha ofrenda.
Y también mando que le digan una misa cantada con su vigilia que sea perpetua pa siempre jamás que se llama de aniversario por su ánima y la de su mujer Francisca Martin en la fiesta de San Bartolomé en su día pudiendo y sino el día siguiente que hay lugar en cada un año pa siempre jamás y para ¿costear? de la dicha misa dejo un prado, digo la parte del cerrado que dicho difunto tenía en "Zahonteso" y que le hayan (tengan) sus hijos y descendientes y que no le puedan vender ni tocar ni enajenar sino con la dicha carga.
Y también a las mandas pías a cada una dos maravedíes.
 
Según las cuentas que echa Mariano, las misas y responsos suman 187, más la misa de aniversario (pa siempre jamás), que si los curas hubieran seguido con este mandato, el bueno de Toribio, llevaría ya 427 misas dadas por la salvación y descanso eterno de su alma, y ni aún así llegaría al record de 524 misas encargadas por una tal Juana Fernández de la Herguijuela.
 
Cabe señalar el beneficio que de todo esto sacaba el párroco, pues según lo estipulado, le dejaba pan vino y cera para todos los días en pago de los responsos.
 
¿Tanto miedo tendrían al más allá?, ¿temerosos de Dios?, ¿mala conciencia?, sea lo que fuere, debieron ser personas de posibles.
 
¿Y los dueños actuales del lugar de Zonteso, sabrán que tienen una hipoteca firmada con el más allá pa siempre jamás?.
 
¡Que historias!.
 


 
 

 

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