viernes, 24 de junio de 2016

EL RAMO DE SAN JUAN

Era una costumbre en el pueblo, que en la noche de San Juan, los mozos cortaran un ramo de álamo blanco, y le pusieran en la ventana, balcón, o puerta de la moza que pretendieran, para que al despertarse en la mañana del veinticuatro de junio lo viera, y supiera que la rondaban de amores.
 
Es probable, que los mozos fueran en cuadrilla, y que se animaran a fuerza de cánticos y tragos de bota, y que fueran de una casa a otra de las mocitas a modo de romeros enamorados de ronda, o tal vez cada uno iba a la suya y punto, eso no lo puedo asegurar porque nunca me he visto en una de esas.
 
Es probable también que el día de San Juan, las mocitas comentaran si les habían echado un ramo o dos o varios, y disputarían el honor de la que tuvo el ramo más grande...
 
Julia, la madre de Amable, me contó esta estrofilla en relación a esta costumbre:
 
En la mañana de San Juan
levántate moza temprano,
a barrer del suelo las hojas
que se han caído del ramo. 
 
Una costumbre bonita sin duda pero que ya no se "estila", ni se lleva a cabo.
 
También por San Juan se limpiaban y barrían los pilones del agua, porque parece mentira pero las fuentes con el agua corriendo también se ensucian, se llenan de tierra, o en el fondo aparecen piedras que arrojan los niños, y sobre todo se cubren de ese verdín de los "limos".
 
Y esta costumbre aún pervive, se limpian los pilones y además se engalanan con un ramo que debe de ser de álamo blanco.
 
Son los vecinos de cada barriada que se animan a mantener viva esta tradición, los que se ocupan de barrer fregar, y limpiar bien las piedras de la fuente de su barrio, y suele además haber el "romero" fijo, que localiza, corta el ramo y lo sujeta en el pilón. 
 
Fotos de junio 2011 ramo de San Juan en la fuente Juana
 
Desde hace unos años, se ha institucionalizado un tanto esta costumbre, en el sentido en que el ayuntamiento, solo, o a veces con colaboración de otras entidades, organiza una barbacoa o una sardinada, y hoguera para los que quieran ir, estando  especialmente invitados los que colaboran en el engalanamiento y limpieza de los pilones, tal vez por estimular la actividad, aunque yo creo que está tan arraigada que no hace falta, aunque promover la unión y la cooperación, nunca está de más (sobre todo hoy día del Brexit).
 
A mi personalmente, es una de las celebraciones que más me gusta del pueblo, por lo entrañable y familiar.
 
Ayer fue la tarde de andar con escobas, fregones, sosa, machetes, cordelajes y ramos, anoche fue la noche en que hubo convite y farra para los que estuvieran por allí, ¡quien sabe, si esta mañana ha sido la mañana en que alguna mocita haya tenido que barrer su puerta de hojas...!, hoy es el día en que las fuentes del pueblo están más guapas que nunca, luciendo orgullosas su ramo Sanjuaniego.
 
Ya se está pasando San Juan, pero algo me dice que no se acabará la magia. 

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