sábado, 25 de febrero de 2017

LIMUSINA NUPCIAL TOP RURAL


Hoy es el cumpleaños de mi amiga Amelia, mi primera amiga vegata.

Ella se casó en el pueblo, en un día de los inocentes.

No es porque fuera ese día que se la liaron, ya que cuando uno se casa en el pueblo, puede esperar y tiene que estar preparado para cualquier cosa que pueda suceder: que te tapien la puerta de casa, te ronden con un contenedor, te suelten cochinillos en el restaurante, te hagan pasar por un embarcadero del estilo del ganado al lugar de la ceremonia..., cualquier cosa de esas que no están programadas ni previstas en el guión, y con la que hay que apechugar sí o sí.

Ellos, los novios, a la salida de la ceremonia, se encontraron con toda una limusina nupcial, que conducida y guiada por el padre de la novia (tío Marino), recorrió toda la calle principal, sonando hojalatos, y rodeados de vocingleros comparsas, hasta llegar a su casa donde se invitó a la tradicional limonada y aperitivo, a todos los que allí acudimos, o cualquiera que pasara por allí.




LIMUSINA NUPCIAL 

Limusina nupcial
modelo top-rural,
iteuve pasada
máxima seguridad.

Tracción a las cuatro patas,
y dos ruedas por demás,
tuneada con capota y hojalatas,
los globos son para adornar.

Poco consumo,
una alpaca a los cien,
combustible ecológico
da igual como cotice el Brent.

El GPS es un ramal
del que tira un familiar,
vamos “an” “ca” la novia
que nos van a convidar. 


Nadie tuvo otra igual:
con orejas, rabo, y collar,
y si quieres banda sonora
te rebuzna la marcha nupcial.





¡Muchas felicidades a Amelia!

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