miércoles, 26 de junio de 2019

EL PARTO DE LA VENTANA


Esta es una historia verídica, sucedió de verdad, mi abuelo me la contaba alguna que otra vez, ya que él si no protagonista, fue testigo en absoluto directo.

Ventanuco a la cerrailla
Pues sucedió que unos mozos fueron a ver parir a una mujer, ¡pues vaya diversión diréis!, ¡tenéis que comprender!, que en aquellos tiempos sin tele, sin radio, eso era como un reality show de la época.

Bueno, pues ocurrió que por el afán de no perder golpe del asunto, y asomándose por la ventana de la alcoba de la parturienta, el más mirón del grupo metió la cabeza entre la reja, y mientras la pobre mujer lanzaba gritos de dolor y queja, el mozo voyeur, al querer sacar la cabeza, se quedó trabado con las orejas, pues le hacían tope en el retroceso.


Tanto así ocurrió, que fue también una especie de parto:

.- ¡Que la cabeza no sale...!, (decían por ambos lados...),

.- ¡Empuja!, ¡tira!

.- ¡A ver...!, ¿a quién se lo dices?, ¿con quién estamos?

.- ¿Le cortamos el cordón?, ¡NO...!, si acaso las orejas... 

.- ¡Pero bueno...!, ¿a que es a lo que estamos?.

La criatura fue niño, guapo y bien criado, y el mirón tuvo suerte, de no salir desorejado.

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