lunes, 9 de septiembre de 2013

LOS "SANMARTINES:ANTES Y AHORA (DE SIEMPRE)


LOS “SANMARTINES”: ANTES Y AHORA
 
En aquellos tiempos (año 1993), había aún en el pueblo muchos burros, bastaba con ir a recogerlos (previo permiso de los amos que salvo rara excepción los dejaban para la causa), y cerrarlos en un corral que también era (y es), siempre prestado.

Los chiquillos del pueblo eran los encargados de esta tarea, no en vano ellos eran los que tenían bajo su control y fichados a casi todos los ejemplares del pueblo, por eso de la práctica de “ir a burros”, que era una de las actividades más divertidas que se podía hacer en el pueblo (sobre todo de noche), (el que no haya ido a burros es que no ha veraneado en el pueblo).
 
Ahora la mayoría de los burros son traídos en un camión y son de alquiler.
 
Desembarco de reses bravas - SanMartines 2011

De todos los encierros mañaneros, el más popular, el más multitudinario es el de la mañana del domingo. Vegatos y no Vegatos, madrugadores o sin acostar, mujeres, hombres, niños, y algún perro distraído, muchos acuden a este encierro principal.
 
SanMartines 2004 - Foto de Mon

Acabada la orquesta entra en acción una charanga, que es la encargada de mantener el bailoteo hasta las ocho de la mañana, momento en que se acude al corral de los burros. Algunas personas y por ambientar, van rebuznando, y eso es muy gracioso, porque los burros de verdad empinan las orejas, y alguno hasta contesta…

A los animalitos se le cuelgan unos campanillos, para hacer más sonoro el encierro; haciendo plagio a los San Fermines se hace un cántico idéntico al suyo pero diciendo San Martín en vez de San Fermín, lo que no tenemos es hornacina ni santico, aunque en una ocasión pusieron a Amable sentado en la bujarda de la entonces casilla de Leandro, para que hiciera las veces…
 
Chupinazo SanMartines 2004

Y se tira chupinazo, en los orígenes el encargado de la pólvora era Mon, con ascendencia valenciana no había candidato mejor, fabricaba sus propios petardos, y puso en órbita toda suerte de objetos.

El primero fue una sartén con patas que se encontró en la carretera (a la altura de la casa de Pablo), aquella primera mañana de los primeros sanmartines, mientras íbamos a buscar los burros que se habían escapado hacia la cañailla (entonces no había bar), puso la sartén sobre una pared próxima al corral de los burros, y debajo un petardo de los suyos, la sartén… (la estoy viendo todavía), subió en línea recta hacia arriba unos diez-veinte metros, y luego se cayó en el corral de tío Andrés hincándose en la tierra y no sé si jorobando alguna judía verde, o tomate ¡no quiero pensar lo que hubiera pasado si sale en otra dirección, de lado, o hacia la calle donde iba llegando la gente para el encierro…!.

En ediciones posteriores voló tambores de lavadora, sandías, el agua de la fuente Juana, o nada, como aquel tremendo petardo que al explotar le hizo a Mariano (untacarros) decir a su mujer (mientras estaban acostados): “Fidela ya estalló la viga”.
 
 

SanMartines 1998

Ahora sigue habiendo pirotecnia, pero sin aditivos voladores... 

Bueno…, lanzado el chupinazo, se abren las puertas del corral, y hay que arrear a los burros porque de otra manera no salen, y hay que ir tapando las calles laterales al trayecto para que no se escapen, (que en cuanto pueden lo hacen).
 
 
SanMartines 2004 - foto de Mon

Antes el recorrido era más largo, desde las inmediaciones de la Fuente Juana, (desde el corral de Fidel o desde el de Emiliano), por la carretera, a la calle principal, a la plaza, y calle adelante hasta el callejón (a las escuelas), ahora como la plaza tiene carpa (las fiestas de antes eran a pelo), y está cortada, los burros no llegan a ella, y dan una vueltita más corta.
SanMartines 1993 en la cotanilla y en la plaza

 
Normalmente son encierros limpios, no hay cornadas por supuesto, y rara vez se produce algún pateo o atropellamiento, aunque hay ejemplares recios, que no les duelen prendas tirar a los que intentan montarles, ni dudan en lanzar alguna coz y mandar a algún intrépido mozo con sus mejores saludos al dentista del lugar. También pasó una vez que una muchacha forastera que iba corriendo no se dio cuenta de la fuente Juana y se cayó al pilón. Con respecto a la velocidad ¿qué decir?, eso depende de lo en forma que estén a esas horas los corredores, que a veces vienen a paso tortuga, mención especial aquella vez que golpearon accidentalmente un avispero, esa vez si que fueron todos por patas….
 
De vuelta al corral, se les quitan los campanillos y se les deja en paz, y cada uno a lo suyo.
 
Y en eso se van las mañanitas de la fiesta a los que no se acuestan o se levantan para el evento, donde lo que se desea es pasar un rato divertido con todos juntos, prolongar la fiesta, donde la excusa es el encierro.
 
¿Quién nos lo iba a decir, que veinte años después continuaría esta locura?, no me extrañaría que hasta se convirtiera en estos tiempos digitales en trending topic y tuviera su propio hastag #sanmartines, tanta afición como hay...

Próxima cita: 8:00 horas del 14 de septiembre 2013, ¡están todos invitados!
 
 
SanMartines 2011
 

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