¡Voy a intentarlo!: recrear aquellas tardes de río en que el tiempo pasaba lento y rápido, y no hacía falta hablar.
 |
| Río Alberche por el puente del río Herrán - Foto de la Granja Escuela Fuente Alberche |
Descalzos los pies
por la alfombra de hierba,
el sol se deshace
en el agua, y reverbera.
Le guiño los ojos mientras
la brisa como un pincel,
traza y dibuja ondas
sobre el lienzo de mi piel.
La voz eterna del río
entre las piedras no calla,
los renacuajos pierden la cola
y los peces le echan agallas.
De retama hierbabuena y poleo,
anda perfumado el campo,
las golondrinas no cambian el cielo,
por su nido bordado de heno y barro.
Y yo me quedo como el viento
cuando pasa entre las rosas,
clavado en sus espinas
desangrando por su aroma.
Lenta se desliza la tarde
llenando como agua mansa mis huecos
fundida con el paisaje
¿él o yo?, ¿quién es el espejo?.
y regreso camino a casa
dando la espalda al ocaso
mientras el río se viste de plata
y se inunda de silencio el campo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar aquí tu opinión, (si quieres ¡claro!)